RESUMEN

ORGANICIDAD: tratado de lo orgánico

ORGANICIDAD es una palabra que no existe como tal en la lengua española. Difícilmente la palabra pudiera traducirse como “estudio sobre las cualidades de lo orgánico”. Una historia acerca del mundo de lo natural contada desde un enfoque introspectivo e intimista.

El hilo conductor de la muestra es el viaje interior a través de los patrones de la naturaleza y el cambio continuo reflejado en la misma. Una muestra pictórica que incide en lo efímero de la condición orgánica, revelando la sutil diferencia entre lo vivo y lo inerte. La abstracción final, profundamente interiorizada, evidencia una naturaleza latente; plena de formas orgánicas.

El proyecto artístico de José Antonio Menéndez Hevia y Nina Grønn comenzó en 2003, momento desde el cual han trabajado juntos dentro de este proyecto artístico común. Sus métodos difieren de los de un taller tradicional. El resultado final de la obra de arte está basado en un masivo trabajo de campo. La vasta imaginería visual obtenida del mismo es filtrada posteriormente en el estudio a través de un estudio técnico y formal. En todo este proceso subyace la aspiración de redescubrir para el espectador las cualidades ocultas de la naturaleza.

Los conocimientos de Menéndez Hevia como diseñador y arquitecto interiorista les han permitido explorar diferentes materiales y técnicas, así como novedosos procesos industriales. Es precisamente esta última característica de su trabajo una de sus más sobresalientes aportaciones. Este enfoque especializado refleja una nueva forma de aproximarse a la dimensión más sensible del arte a través de nuevos materiales, calidades, texturas y soportes pictóricos.

De alguna forma, el dúo formado por estos dos artistas podría ser comparado con el formado por Picasso y Braque durante el primer periodo del cubismo. Son obras realizadas conjuntamente con una misma disciplina artística pero que al final acaban diferenciándose por su personal acervo de experiencias previas y de caracteres. Al modo de Kandinsky, conocen y dominan la potencialidad de los puntos y de las líneas. En definitiva, conocen el valor de los planos situados en un espacio pictórico a través de su posición, textura, tamaño e interacción.

En su obra se explora la levedad de sensaciones visuales y mentales que provocan experiencias aparentemente nimias de la realidad. Puede traernos a la mente el término de “lo intrafino” de Duchamp, pero también comparte semejanzas con el misticismo del color en la pintura de Rothko. Su obra, no obstante, está envuelta de cierta filosofía oriental. Una muestra de ello es la suma delicadeza de sus trazos, la introspección, la tendencia a cuidar el detalle y el equilibrio de sus composiciones, así como una medida abstracción; ligera, concreta, perfecta.

Helsinki, 8 de Diciembre de 2015

Aida Puente Toraño Wennström

Universidad de Oviedo